Con Lázarillo de Tormes, el autor anónimo generó todo un género literario, creando un personaje y una historia que han conservado sus encantos mucho después de que hayan pasado los objetivos de la sátira.

El objetivo más visible de la burla del autor es la iglesia, que es probablemente la razón por la cual el autor quería permanecer desconocido.

Los sacerdotes son expuestos como pecadores hipócritas, como glotones, libertinos y fornicarios, con una palabra piadosa para todos.

El escritor también señaló el inflado sentido del honor que infectó a la sociedad en su época, que obliga a un caballero hambriento a atravesar la ciudad, pretendiendo ser rico, prefiriendo sufrir e incluso morir en lugar de revelar su pobreza.

Vemos todo esto a través de los ojos de un hombre de origen humilde cuya mayor ambición es tener el estómago lleno.

Esto es extremadamente dificil

Como todos los héroes picarescos, Lázaro es, básicamente, simple y bueno, con un humor robusto y cordial, pero que sin embargo está obligado a la astucia y el engaño por circunstancias difíciles.

Pero Lazarillo de Tormes es más que una comedia. Las necesidades de su vientre y la terrenalidad de su mente le permiten a Lázaro penetrar en todas las hipocresías de quienes le rodean.

La realidad que enfrenta es sombría: llena de pecado, sufrimiento y pobreza. Y, sin embargo, su sociedad está en un estado de constante negación, cubriendo esta sombría realidad con frases nobles y devociones desatendidas.

Que este sea más o menos el caso en la vida humana es la razón por la cual este libro sigue siendo una de las joyas de la literatura española.